El modelo cloud computing o computación en la nube se ha consolidado como una nueva forma de prestación de servicios de negocio y tecnología, y sin duda está cambiando la manera en que trabajan las compañías. No es raro escuchar de temas como infrastructure as a service (IaaS) y software as a service (SaaS), entre otros.
Por otro lado, cada vez hay más conciencia sobre la importancia de mantener la operación y la productividad, proteger a los empleados y satisfacer las expectativas de los clientes durante interrupciones y desastres. Los servicios de nube pueden ayudar a las compañías a generar confianza al realizar copias de respaldo de datos, aplicaciones y otros recursos de TI pero, más allá de ello, pueden ser muy valiosos para soportar los planes de recuperación ante desastres y la continuidad de las operaciones de negocio.
Gracias a la consolidación de la virtualización y de otras tecnologías, incluidas las que permiten la replicación remota y el almacenamiento masivo de información, se pueden construir soluciones dinámicamente escalables y a diferentes niveles.
DRaaS (recuperación ante desastres como servicio) se está convirtiendo rápidamente en una excelente alternativa para soportar las necesidades de las organizaciones. Según Gartner, para el año 2014 30% de las empresas medianas habrán adoptado la recuperación en la nube para apoyar las operaciones de TI. Esto significa también una alternativa en cuanto a abordar las soluciones de continuidad/DRP e implica replantear inversiones y estrategias para mantener las operaciones de misión crítica y reducir los impactos del tiempo de inactividad, tales como la afectación de la reputación, cumplimiento de compromisos contractuales, afectación en los ingresos, así como la pérdida de productividad y, en casos extremos, hasta la supervivencia misma de las empresas.
Beneficios
Las compañías NO necesitan contar con su propia infraestructura de recuperación ante desastres ni destinar recursos cuantiosos para implementarla y mantenerla. Indudablemente, al trabajar con DRaaS, se heredan los beneficios integrados de flexibilidad, escalabilidad, inversión y disponibilidad:
- Mayor flexibilidad: el dinamismo de las organizaciones derivado del comportamiento de los mercados, la competencia, renovación tecnológica, implementación de nuevos estándares, mejores prácticas y métodos de trabajo, hacen que se generen cambios en lo que es crítico en cada negocio, lo cual a su vez provoca cambios referentes a aquello que se debe proteger en un evento de desastre, y en las prioridades a atender ante un “downtime” o caída de las operaciones.
Con el DRaaS es posible una mayor flexibilidad ante los requisitos que el negocio vaya estableciendo.
- Costo-efectividad: para implementar la infraestructura que soporte los servicios de recuperación ante desastres y todo lo relacionado con la gestión, el mantenimiento y la continua actualización tecnológica, se requiere de cifras importantes de inversión.
Con DRaaS no se requieren megaproyectos de infraestructura ni inversiones por adelantado, las compañías pueden acceder a los servicios cuando realmente los necesitan y pagan de forma mensual por lo que usan. Así, a futuro, solo se pagaría por aquellos servicios de TI cuando se tengan que probar o ejecutar planes por eventos reales de desastre.
- Facilidad para probar: al cambiar el paradigma sobre la implementación de la infraestructura de respaldo, también se simplifica la ejecución de las pruebas y se reducen los tiempos, de esta manera los clientes pueden probar sus planes con mayor frecuencia y pasar de una o dos pruebas al año a una por trimestre, o incluso efectuar pruebas parciales o a gran escala con una periodicidad menor.
- Tiempo de recuperación: la variable más significativa en términos de cumplimiento de ANS (acuerdos de niveles de servicio) para los DRP es el tiempo. Para cumplir los compromisos de RTO (tiempo objetivo de recuperación) se requiere acceder a los ambientes respaldados, datos y aplicaciones de forma rápida, reduciendo el tiempo de inactividad cuando se produce un evento catastrófico.
Ante un desastre, esta solución permite mejores tiempos de implementación y recuperación que los relacionados con restablecer los servicios críticos de manera tradicional.
En conclusión, implementar soluciones DRaaS es una magnífica alternativa para los retos que impone estar preparados para una eventual situación de desastre.
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