En este nuevo número de Magazcitum, con el que se inicia una etapa donde además del habitual número en formato electrónico ahora se tendrá también en formato impreso, he querido tomarme la libertad de hablar de un tema que, si bien está relacionado con asuntos de la seguridad informática, no incide directamente en los aspectos empresariales o corporativos, sin embargo, es, o al menos debería ser, un tema central de preocupación a nivel sociedad y si no por lo menos a nivel individual (sobre todo para aquellos que somos papás).
Me refiero a la protección de los menores en Internet. Dado que es un tema muy amplio que no sólo considera aspectos tecnológicos, sino también aspectos sociales, educativos, legislativos, etc., intentaré abarcar algunos de los más notables.
Primero analicemos los factores que influyen en que esto sea un tema de alta preocupación:
- Anonimato. Uno de los aspectos que ocasionan grandes problemas es el anonimato dentro de la red y la facilidad de tener una identidad falsa.
- Nuevos tipos de aplicaciones. Por otro lado el auge de las redes sociales y aplicaciones de la Web 2.0 (blogs, chats, etc.) ha permitido que muchos niños estén utilizando de forma muy activa dichas aplicaciones, con los riesgos inherentes que esto conlleva.
- Desconocimiento. También se debe destacar que existe un gran desconocimiento por parte de los involucrados (niños, papás, profesores y autoridades) sobre los riesgos existentes.
- Libertad de contenidos. El acceso a todo tipo de contenido en Internet, siendo ésta una de sus principales características, supone también una de las principales preocupaciones.
- Falta de control. Por último, y no menos importante, es la falta de leyes y controles sobre los contenidos y actividades dentro de la red que, en combinación con los demás factores expuestos, tornan riesgosa esta experiencia, sobre todo para los más indefensos.
Ahora analicemos algunos de los riesgos a los que están expuestos los menores que utilizan Internet. Los he clasificado en cuatro grandes bloques con el objeto de simplificar, sin embargo se podrían identificar riesgos particulares para cada tipo de actividad que se realiza en Internet (chats, blogs, online gaming, redes sociales, correo, etc.).
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Conductas inapropiadas. Se han identificado algunas conductas inapropiadas que ocurren de igual forma en el mundo online y en el mundo “normal”; una de ellas es el Bullying, que es el acoso u hostilidad verbal, psicológica, o física, repetitiva realizada por una persona o grupo de personas con el objetivo de molestar a otros. Ahora el Cyberbullying es lo mismo pero utilizando las nuevas tecnologías como Internet (correos, chats, redes sociales, etc.), celulares, mensajes SMS, etcétera. Otra es el denominado Sexting, término que viene de la combinación de las palabras en inglés “sex” y “texting” y se refiere al hecho de mandar mensajes o fotos con sexo explícito por medios electrónicos, principalmente por telefonía celular.
- Contenido dañino. Malware a través de descargas de software, juegos, imágenes, música, películas o a través de correo spam. Los niños pueden entrar en contacto con contenido no adecuado con tan sólo poner una palabra en un buscador o al entrar a una página normal que maneja anuncios de cualquier tipo, incluyendo por ejemplo temas sexuales.
- Contactos inapropiados. El Grooming, que se define como el intento de llevarse bien e influenciar a un niño a través de chats o aplicaciones similares con la intención de cometer abuso sexual.
- Actividades inapropiadas que el niño puede realizar en la red con o sin intención como apuestas en línea, violación de los derechos de autor, etcétera.
Si bien las alternativas y estrategias de protección son múltiples, a continuación menciono algunas que considero fundamentales, utilizando como referencia (y no de forma restrictiva) el concepto de palancas de control definido por Robert Simons para agruparlas de una forma estructurada.
Sistemas de creencias
El objetivo es establecer de manera básica los valores que servirán como guía.
Establecimiento de un marco de comportamiento (valores). Enseñar a los niños que no necesariamente todo el contenido de Internet es apropiado, así como a buscar múltiples fuentes y compararlas, tratando siempre de usar fuentes reconocidas.
Generar un ambiente de confianza para que el niño consulte con los papás o con algún adulto cuando cierto contenido le resulte dudoso, confuso o incómodo.
Comportarse en el mundo online como lo haría en el mundo “normal”.
Respeto a los demás al no publicar imágenes de otras personas sin su autorización, sobre todo si éstas pueden ocasionar algún tipo de daño (imagen, reputación, autoestima, etc.).
Recuerden aquel anuncio de hace muchos años (a lo mejor los más jóvenes no sabrán de qué hablo pero los que somos papás seguramente lo recordamos), que decía “Mucho ojo”. Transmitamos esta misma idea a los niños pero trasladado al mundo online.
Sistemas de límites
El objetivo es establecer las restricciones en el comportamiento, definición de reglas, etcétera.
Establecimiento de reglas. Así como solemos poner reglas para otros aspectos de la vida familiar, es importante establecerlas para el uso de Internet. Por ejemplo, la computadora deberá estar en un lugar común de la casa (con la pantalla dando hacia la circulación de dicho espacio), no en el cuarto del niño, esto hará más fácil la labor de supervisión y será más difícil el hacer cosas a escondidas. Enseñar a los niños reglas básicas como no compartir contraseñas y a usar contraseñas robustas.
Sistemas de control diagnóstico
Se centran en la vigilancia y enfocan la atención en lo que se debe hacer.
Uso de herramientas. Contar con herramientas para filtrar páginas, filtrar contenido, además de las típicas de protección informática como antivirus, antispam, antispyware, etcétera.
Contar con herramientas que ayuden a discriminar qué sitios son “buenos” y cuáles no (por ejemplo: Finjan Secure Browsing, Siteadvisor de McAfee). Utilizar como referencia las páginas de asociaciones que analizan miles de sitios con contenido educacional y ayudan a orientar respecto a cuáles son adecuadas, como protegeles.com, u organizaciones que contribuyen a concienciar y a educar sobre los riesgos, y a proponer estrategias de acción como inhope.org, saferinternet.org,
Mantener los equipos actualizados con parches, firmas del software de antivirus, y con cualquier otra herramienta de protección.
Configurar las restricciones de privacidad de los perfiles en redes sociales con todo cuidado y mantenerse al pendiente de cambios en las políticas de privacidad de dichos sitios y de cambios en los mecanismos de control y parámetros de configuración de privacidad.
Auditar. De vez en cuando es recomendable revisar que no se estén ejecutando actividades inusuales o indebidas.
Sistemas de control interactivo
Su objetivo es estimular el aprendizaje, principalmente a través de la interacción y la enseñanza hombro con hombro.
Interactuar. Mantener interacción mientras el niño navega, haciendo de esto una actividad familiar.
Concienciación. Concienciar a los niños, a los padres, a los profesores, sobre los riesgos concomitantes, así como sobre mejores prácticas a tomar en cuenta.
Enseñar. Navegar juntos hasta estar seguros del desarrollo en el niño de un criterio de discriminación (al menos elemental).
En conclusión, considero que si bien hay mucho por hacer, hoy en día podemos disponer de diversas herramientas para ayudar a evitar situaciones indeseables; sin embargo, creo que lo más importante es que como padres tomemos el control y estemos cerca de nuestros hijos y al pendiente de lo que hacen en Internet, y que los eduquemos para que sepan lidiar con las situaciones y problemáticas tanto en el mundo online como en el mundo “normal”.
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