En México, solamente el 1% de la población que usa Internet hace transacciones bancarias y comerciales. De acuerdo a empresas dedicadas a productos de seguridad informática en México, el reducido número de usuarios se debe básicamente a dos factores: el generacional o educacional y el miedo al robo de identidad (datos personales, identificaciones electrónicas, números de tarjetas,  etc.).

Hay muchas personas que ni siquiera usan la computadora, la cultura de servicios en Internet es incipiente y no se ha expandido a la velocidad deseada, pero en los últimos años ha avanzado significativamente. En México las personas entre los 37 y 47 años son las que en buena medida mantienen al país y hay quienes no usaron las computadoras desde su inicio; en cambio, la mayoría de personas que manejan computadoras son jóvenes y para ellos las transacciones electrónicas no son cosa de todos los días.

Hay otro factor que es el miedo. El número de personas que usan Internet se está empezando a desmotivar en el uso de transacciones bancarias porque hay desinformación. Si bien las transacciones bancarias pueden ser inseguras, tampoco podemos decir que no podemos hacer realizarlas, y que si las hacemos tenemos un riesgo alto.

Hoy, para garantizar la seguridad en este tipo de transacciones, cada banco cuenta con cierta infraestructura de seguridad y cada persona debe realizar algunos procedimientos de seguridad. De acuerdo a las empresas de productos de seguridad, la conjunción puede redituar en una buena fórmula para hacer uso de la banca en línea con toda tranquilidad.

Si hago banca en línea, ¿cómo me protejo?

Para tener un nivel de protección mínima en sus transacciones por Internet, hay una serie de medidas básicas a tomar en cuenta:

  • Antes de hacer una transacción electrónica tiene que saber desde dónde la está realizando. Tiene que ser desde su computadora y ésta debe ser usada por el menor número de personas. Trate de ser el único que la utiliza para tener un control sobre dónde se navega, qué se baja y qué se hace. Por ejemplo, si yo comparto la computadora con mi hijo, seguramente el va a tener intereses distintos a los míos y bajará todo tipo de programas que pueden tener spyware, entonces, si después llegó a mi máquina, no corro ningún tipo de escaneo y realizó mi transacción, probablemente seré blanco para algún fraude.
  • Manejar cuentas a través de diferentes herramientas de los bancos y diversificar: si yo tengo una sola cuenta, desde ella hago todas mis transacciones electrónica y ahí tengo todos mis ahorros, corro un riesgo alto de que me roben la identidad y que vulneren todos mis activos guardados en esa cuenta.
  • Hacerse el hábito de que siempre que se realicen transacciones electrónicas se someta la máquina al menos al escaneo de un antivirus y antispyware: una vez que sepa que la máquina está escaneada, puede sentirse seguro de que la probabilidad de enfrentarse a un problema de seguridad es baja, pero si no he actualizado mi antivirus en años o meses, es muy alta la probabilidad de que pueda ser víctima de algún tipo de ataque.
  • Informarse sobre cómo se llevan a cabo las transacciones por Internet, cuál es su proceso y por qué cada banco hace requerimientos diferentes.
  • Trate de imprimir, guardar y/o archivar todas aquellas transacciones que usted realice, será más fácil llevar a cabo las aclaraciones pertinentes si un desacuerdo llegara a presentarse.
  • Procure no hacer transacciones bancarias desde una red inalámbrica.
  • Nunca haga transacciones bancarias desde máquinas públicas.

Lo que debe tener

Para garantizar un mínimo de seguridad en sus transacciones, el software básico que debe tener es un antivirus y antispyware (por lo regular las herramientas más populares del mercado ya cuentan con ambas en un solo producto). Son herramientas básicas y puede que no sean suficientes en ataques de mediana o alta criticidad, pues sólo disminuyen el riesgo en la medida que se sigan los puntos arriba mencionados.

Puede encontrar algunos de estos programas de manera gratuita en la red, pero si decide pagar por ellos, el costo estándar puede ser de entre 70 y 80 dólares americanos por inscripción anual y algo así como entre 20 y 50 dólares al año por conceptos de renovación, dependiendo de cada producto.

Si sólo se tienen las medidas por separado, se convierten en menos seguras, todo dependerá de los hábitos de los usuarios, con qué frecuencia actualizan sus sistemas de seguridad, etcétera. Las herramientas de software ofrecen cierto nivel de seguridad si están bien implementadas, pero dependen directamente de los hábitos del usuario pues es ahí donde pueden perder su nivel de seguridad porque puedes tener la mejor infraestructura de seguridad, pero si no se activa actualiza e implementa, no sirve.

La labor de la banca

En cuanto a las entidades bancarias, lo primero que deben tener es una tecnología de prevención de intrusos y herramientas contra virus y gusanos: hay muchas entidades financieras a las que les hace falta asegurar parte de su información y la tecnología de prevención de intrusos no está tan madura.

Es importante señalar que hasta la fecha no hay ninguna cláusula que responsabilice a los bancos en caso de un fraude cibernético. En México no hay reglamentación y como usuarios no tenemos información de hasta qué punto estamos seguros y hasta qué punto el banco responde, lo cual también desmotiva el uso de banca en línea.

El futuro de la banca

En un futuro no muy lejano podremos contar con más y mejores servicios bancarios electrónicos mediante avanzadas tecnologías de comunicaciones y seguridad ¡acercándonos cada vez más a la ciencia-ficción!  Yo me pregunto ¿desaparecerán las sucursales y los cheques? Expertos en el tema aseguran que será muy difícil que las sucursales bancarias desaparezcan, al menos en los siguientes 25 años, debido a que existen zonas de bajo desarrollo que sólo podrán acceder a los servicios bancarios a través de sucursales. La tendencia mundial marca una globalización o sistematización de los servicios, sin dejar a un lado las oficinas bancarias.

Lo que sí hacen los bancos desde el año 2000 es avanzar en tecnificar con el mayor grado posible sus operaciones. En el año 2003 la banca mexicana ya realizaba el 20% de sus operaciones por Internet.

El cheque, como medio de pago, es de los más antiguos en el mundo y difícilmente se podrá eliminarlo, en todo caso van a proliferar los cheques virtuales que son simples registros que operan con alguna clave o número, desde una computadora, a través de correo electrónico. Hay empresas en México que realizan el 100% de sus pagos sin el uso de un solo cheque, todo mediante un depósito bancario a una cuenta. Tal vez se use menos el cheque de papel, pero el concepto de cheque bancario sobrevivirá a la modernidad tecnológica, al menos todavía por algunos años.

Sin duda, las nuevas generaciones presenciarán un importante desarrollo de los servicios bancarios con nuevas tecnologías, será posible hacer sus transacciones de dinero, incluso desde un teléfono celular o una agenda electrónica personal. En unos años, acudir a una sucursal será un asunto curioso y, tal vez, éstas estén condenadas a recibir a las personas que no se adaptaron al cambio o a quienes no tienen acceso a la tecnología.

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Bibliografía:       

www.tippingpoint.com

www.ciberhabitat.gob.mx