El mundo ha cambiado y con él las necesidades de las personas, las organizaciones y los países. En los últimos meses se ha experimentado un nivel de tráfico en Internet sin precedentes, con la nueva realidad generada por la situación de pandemia, debido al trabajo, la educación, el ocio y la mayoría de las actividades realizadas desde casa. Así mismo, el Internet de las Cosas (IoT) está produciendo cada día volúmenes más grandes de datos. En consecuencia, la cantidad de información viajando está creciendo de manera significativa; se predice que para 2022 aumentará en 170 zettabytes (1,000 millones de terabytes, equivalente a 1021 bytes).
El tráfico ha crecido tan significativamente que en muchos países se han tenido que tomar medidas de protección para no saturar las redes, incluso reduciendo las transmisiones de mayor consumo de ancho de banda, como en el caso de Netflix, Youtube y Amazon, que en algunos casos fue necesario bajar la calidad de video para no afectar la prestación del servicio.
Con la mayor dependencia de la tecnología y la velocidad del cambio en un entorno globalizado, en el que todas las empresas se afectan unas a otras, en una situación como la que estamos viviendo por la pandemia, las interrupciones y caídas de las operaciones siguen aumentando los costos y los impactos en cuanto a pérdidas de clientes y de sus capacidades de compra e inversión, lo que determina, en cascada y como resultado de la inactividad generalizada: disminución de ingresos, daños en la reputación e incumplimiento de regulaciones y compromisos, entre otros. Es decir, los tiempos de recuperación se hacen cada vez más apremiantes.
Cloud Computing
Cloud computing o la computación en la nube surgió como una solución complementaria perfecta para los sistemas existentes, permite elasticidad, flexibilidad, escalabilidad y, en la mayoría de los casos, mayor seguridad. Así mismo, la nube ha aumentado la conectividad, las capacidades de procesamiento y las opciones de almacenamiento, lo que ha ocasionado que se haya vuelto de uso generalizado y cada día más compañías, incluso las PyMe, estén optando por esta solución.
Edge Computing
Hoy en día, la gestión de los datos y el éxito empresarial están íntimamente asociados; la analítica de datos, la exploración de patrones de comportamiento y la predicción de los niveles de actuación son factores que permiten y facilitan la toma de decisiones de los más exitosos. Lo anterior aunado a las mayores demandas de servicios y contenidos en la red por la situación de COVID-19, así como las exigencias de procesamiento de servicios como la realidad aumentada y realidad virtual, más la expansión del IoT, exige soluciones más rápidas y eficientes que incluso la nube por sí sola no proporciona de manera suficientemente efectiva.
La tecnología edge ha venido a soportar las dificultades de latencia o retardos en la transmisión de paquetes en la red, liberando carga del tráfico pesado de la computación centralizada y de la información que viaja a través de canales de comunicaciones, permitiendo la optimización de la entrega de contenidos, del procesamiento de datos, la mejora en el desempeño de aplicaciones de inteligencia artificial (IA) y en general de las aplicaciones y servicios que no son de red.
Edge computing se basa en nodos individuales de procesamiento y almacenamiento que se acercan a ser lo más autosuficientes posible. Al reducir la navegación hacia el centro de datos principal o a la nube, estos procesos periféricos se realizan con mejores tiempos de respuesta, y como se reducen los datos en el sitio de recolección centralizado, la información importante se transfiere rápidamente, lo que a su vez reduce los problemas de latencia, y en última instancia agiliza los procesos y se prestan con mayor calidad los servicios para el usuario final.
Entre los principales beneficios de la computación en el borde están el acceso, la gestión y la entrega de datos más cercanos al tiempo real, distribución de cargas de trabajo, reducción del espacio y el peso de datos viajando a través de la red, lo cual aumenta la robustez, confiabilidad y alto rendimiento de la infraestructura.
Nuevas soluciones para la recuperación de desastres y continuidad de negocio
La computación en la nube ofrece alternativas de solución relativamente fáciles para la recuperación ante desastres, a través del aprovisionamiento de recursos en ambientes virtualizados alternos, replicados o clonados activo-activo o activo-pasivo. Una alternativa es el DRaaS o recuperación de desastres como un servicio, que permite, como su nombre lo indica, la recuperación de los servicios críticos de negocio en la nube, en una situación de desastre, en el momento que se requieran.
Los servicios edge ofrecen a través de infraestructuras más pequeñas, ahorro de espacio físico, rentabilidad y alta disponibilidad, que hacen posible que cada sucursal o sede procese y almacene información de manera independiente, incluso si el centro de datos principal se cae, con la infraestructura adecuada de alta disponibilidad edge, se pueden mantener en operación las sedes y sucursales, y permitir operaciones de negocio continuas de manera independiente, mientras se recupera el ambiente centralizado.
Como consecuencia de procesar y almacenar redundantemente datos fuera de los bunkers de los grandes centros de datos, más cerca al end point y en algunos casos en el mismo sitio en que se generan los datos, las empresas pueden recuperarse de las interrupciones debidas a desastres naturales localizados, fallas tecnológicas, errores humanos, fluctuaciones de energía y demás riesgos que afectan la continuidad de las operaciones, de manera mucho más rápida y eficiente.
Entre las principales ventajas de procesamiento y almacenamiento de los datos con las soluciones edge se encuentran el respaldo distribuido, diversificación del riesgo en nodos más pequeños, donde se pueden concentrar: sistemas de información, aplicaciones y servicios con niveles altos de interrelación, facilitando así tener los servicios de operación “siempre encendidos y disponibles”. Edge coloca el procesamiento más cerca del sitio de recolección de los datos y de los dispositivos que los producen; y permite, además, el procesamiento en zonas con condiciones difíciles de entorno, de comunicaciones o de acceso físico.
En términos de continuidad de negocio, la redundancia mediante sistemas distribuidos permite un menor costo relativo que contar con sitios alternos de gran tamaño.
Entre las dificultades que genera este tipo de soluciones están: el aumento del número de sedes a gestionar, amplificación del número de activos susceptibles de falla y la necesidad de cubrir la seguridad de la información en mayor número de ambientes, lo que requiere de mayor monitoreo, inspecciones físicas, mantenimiento y pruebas remotas y en sitio de los ambientes distribuidos, y además representa mayor complejidad el diseño de las redes y la gestión de estas.
Uso de soluciones complementarias: hiperconvergencia y centros de datos modulares en el borde
Las desventajas anteriormente señaladas pueden ser solventadas o reducidas con relativa facilidad a través de la implementación de equipos en alta disponibilidad en el borde y el uso de soluciones tecnológicas complementarias, como la hiperconvergencia y centros de datos modulares mediante contenedores.
Las tecnologías de hiperconvergencia cuentan en una sola caja con los componentes del centro de datos tales como el procesamiento, almacenamiento, equipos de comunicaciones y generación de copias de respaldo en unidades preempaquetadas, administradas y controladas localmente por software de manera autónoma. En caso de fallas, estos equipos funcionan como componentes virtualizados que operan como una sola unidad y pueden ser reemplazados por otras unidades mientras se les realiza mantenimiento o reparación, lo que facilita la recuperación y restauración de los servicios tecnológicos en situaciones de desastre.
Los centros de datos modulares en contenedores, por su parte, brindan servicios de rápida implementación, son eficientes en el uso de energía y son escalables, lo que evita tener que invertir y construir grandes instalaciones que permanecen ociosas en espera de crecimientos de la demanda y, por otro lado, de una manera rápida pueden crecer agregando nuevos módulos, según las cambiantes necesidades de los negocios. Otra ventaja importante es que son transportables, lo que permite cambiar también su localización, según convenga a las organizaciones. Este tipo de solución es una buena alternativa para implementar servicios en el borde.
En conjunto, una ventaja adicional de las soluciones de hiperconvergencia y centros de datos modulares definidos por software es que pueden ser más fácilmente automatizados, bajan las tasas de error y aumentan la eficiencia.
Un modelo distribuido, apoyado por tecnologías complementarias, facilitan que, cuando un centro de datos, alguno de sus componentes, un dispositivo o, por ejemplo, un rack completo, se inhabilite, las soluciones de respaldo redundantes y distribuidas mantengan el rendimiento y la disponibilidad, sin que los servicios se vean interrumpidos.
Modelo de solución híbrida
Los problemas técnicos, las fallas humanas, los ciberataques, el terrorismo y los desastres naturales pueden destruir centros de procesamiento y dispositivos, causar interrupciones o un mal funcionamiento de estos, para lo cual una solución híbrida con diversas tecnologías funcionando colaborativamente y de manera integrada para las empresas es una muy buena alternativa costo-efectiva.
Los enfoques híbridos y de múltiples capas para el almacenamiento y el procesamiento distribuido de datos surgen como una opción que supera con creces las soluciones de un único sitio, en términos de mantener la operación y preservar la continuidad del negocio ante una emergencia o crisis.
Al emplear técnicas edge, los nodos periféricos pueden realizar funciones y tareas de procesamiento y acceso rápidos y retransmitir información vital clave a los sistemas de nube centralizados para un almacenamiento más seguro. Con la computación de borde en el sitio se puede proporcionar computación local el centro de datos de manera centralizada consolida resultados del procesamiento distribuido y los datos clave de todas las sedes. En el centro de datos o la nube se procesa entonces la información para análisis y toma de decisiones de más alto nivel y las determinaciones claves de negocio.
De esta manera, el borde y la nube funcionan juntos sin problemas. Al administrar los datos y su almacenamiento en el nodo, y solo transmitir por la red la información importante, los datos ya no inundan los servidores centrales. Esta solución, por lo tanto, tiene beneficios adicionales en tiempos de respuesta, eficiencia y costos.
Una combinación de procesamiento y almacenamiento en el sitio, fuera del sitio (pero más cercano a él), y en la nube, podrá ser la apuesta más confiable, efectiva en la continuidad del servicio y costo-eficiente para las estrategias de recuperación ante desastres.
Así se sigue disfrutando de las poderosas capacidades de infraestructura de los centros de datos on premise y servicios in cloud, que antes parecieran solo estar disponibles para grandes empresas.
Con estas nuevas alternativas disponibles en el mercado y la posibilidad de gestión centralizado-distribuida en apoyo de las nuevas tecnologías de hiperconvergencia, inteligencia artificial, robótica y automatización, surge una nueva era en la que hay que repensar los diseños de nuevas soluciones y mejores planes de recuperación y restauración en situaciones de desastre.
Edge computing ha surgido como una alternativa viable tanto para sostener los ambientes normales de operación para las compañías, como una solución de recuperación de desastres y continuidad de negocio.
El uso de estas estrategias innovadoras como la computación en el borde hace que cuando se combinan con otras tecnologías no solo permiten niveles más altos de disponibilidad, sino que también aprovechan características y funcionalidades en la nube y grandes centros de datos reduciendo el costo de propiedad (TCO), lo que garantiza un mejor retorno de la inversión (ROI), factor que se tiene muy en cuenta por parte de los inversionistas y alta dirección en el momento de optar y tomar decisiones de continuidad del negocio.
Un modelo híbrido aborda mejor la lucha por mantener la eficiencia, al tiempo que mitiga los riesgos, lo que permite aprovechar las bondades del ambiente centralizado o en la nube y ganar en eficiencia, elasticidad, escalamiento, agilidad y respuesta del procesamiento y almacenamiento de datos en el borde.
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