La adopción del trabajo híbrido y remoto en México abrió las puertas a un nuevo riesgo cibernético no gestionado. Esto es lo que debe saber.
La pandemia transformó por completo la forma de trabajar de la mayoría de las organizaciones, y México no es la excepción. A principios de 2020, los modelos de trabajo híbrido y remoto eran visiones lejanas del futuro, en un momento en el que apenas 16% de las organizaciones mexicanas tenía empleados que trabajaban de forma remota. En abril de 2021, ocho de cada diez organizaciones mexicanas habían adoptado el trabajo remoto, y 71% planeaba hacerlo permanente durante los próximos dos años. Sin embargo, 80% de los líderes de seguridad y de negocios manifestó su preocupación por el hecho de que este nuevo mundo laboral genere un mayor riesgo.
Los datos, informados por los propios encuestados, proceden de un estudio comisionado que se aplicó a más de 1300 líderes de seguridad, ejecutivos de negocios y empleados remotos en todo el mundo, incluyendo 155 encuestados en México. El estudio, Más allá de los límites: el futuro de la ciberseguridad en el nuevo mundo laboral fue encomendado por Tenable a Forrester Consulting, y realizado en abril de 2021.
La adopción del nuevo mundo del trabajo conlleva un nuevo riesgo cibernético no gestionado
La rápida transición para facilitar el trabajo remoto aceleró la adopción de tecnología. Como resultado, la superficie de ataque se transformó debido a la adopción de nuevas soluciones basadas en la nube, junto a importantes cambios en las plataformas digitales y la cadena de suministro de software, con el fin de mejorar la colaboración, la comunicación y la productividad.
La gran mayoría (82%) de los trabajadores remotos en México tiene seis o más dispositivos conectados a sus redes domésticas, y muchos admiten que utilizan un dispositivo personal para acceder a los datos de los clientes (59%) y a los registros financieros (40%). Seis de cada diez líderes de seguridad afirmaron que carecen de visibilidad sobre las prácticas de seguridad en el hogar de los empleados remotos.
Las soluciones basadas en la nube han desempeñado un papel clave para permitir la continuidad del negocio. Actualmente, las organizaciones mexicanas trasladaron a la nube funciones críticas para el negocio (77%) y funciones no críticas para el negocio (90%).
Las plataformas y los servicios digitales son los siguientes: casi la mitad (47%) de las organizaciones mexicanas mejoró las plataformas digitales existentes, mientras que 23% creó nuevas plataformas en tiempos de pandemia. De cara al futuro, 67% de los líderes de seguridad y de negocios afirmaron que la mejora de las plataformas digitales seguirá siendo una prioridad.
La cadena de suministro de software también se expandió como resultado de la pandemia, según 63% de los encuestados; otro 14% espera agregar nuevo software durante los próximos 24 meses.
Los atacantes también evolucionaron
Los atacantes aprovecharon estos cambios en la fuerza de trabajo. El noventa y seis por ciento de las organizaciones mexicanas sufrió un ataque cibernético con impacto en el negocio* en los últimos 12 meses, y 81% fue víctima de cuatro o más ataques.
Cuando se observa el enfoque de estos ataques:
- 74% fue el resultado de las vulnerabilidades de los sistemas y/o las aplicaciones que se crearon en respuesta a la pandemia.
- 69% tuvo como objetivo a los trabajadores remotos o a aquellos que trabajan desde su hogar.
- 59% se produjo por la vulneración de proveedores terceros de software.
- 57% involucró un dispositivo personal no gestionado utilizado en un entorno de trabajo remoto.
El momento de replantearse la gestión de riesgo es ahora
No hay vuelta atrás. El nuevo mundo laboral que combina el trabajo en la oficina y el trabajo remoto llegó para quedarse. Como resultado, los líderes de seguridad y de negocios están mirando hacia el futuro y planean aumentar las inversiones en seguridad de redes (88%), gestión de vulnerabilidades (79%) y seguridad en la nube (75%) durante los próximos dos años. El setenta y tres por ciento confía en que en los próximos dos años tendrá la capacidad de analizar y medir con precisión el riesgo cibernético, lo que permitirá tomar mejores decisiones sobre tecnología y negocios.
Gestionar el riesgo en un entorno en el que el perímetro ha desaparecido, al mismo tiempo que la superficie de ataque se expande, no es una tarea sencilla. Las organizaciones no pueden confiar en las herramientas de ayer para proteger esta nueva realidad. Proteger el nuevo mundo del trabajo requiere una nueva mentalidad. Las organizaciones deben obtener una visión integral de su perfil de riesgo y reevaluar sus estrategias de ciberseguridad para garantizar que los negocios no queden vulnerables.
Si la estrategia de ciberseguridad no sigue el ritmo de los cambios en los negocios, el riesgo de hoy podría convertirse en la realidad de mañana.
*Un ataque cibernético con impacto en el negocio es aquel que provoca uno o más de los siguientes desenlaces: pérdida de datos de clientes, de empleados o confidenciales; interrupción de las operaciones cotidianas; pagos de ransomware; pérdidas financieras o hurto; y/o robo de propiedad intelectual.
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