Katy Milkman es profesora en The Wharton School of the University of Pennsylvania y es una de las fundadoras y directoras del Behavior Change for Good Initiative, un centro de investigación sobre el comportamiento.

El libro obtuvo reconocimientos en el New York Times y el Financial Times durante 2021.

El 40% de las muertes prematuras en Estados Unidos son por causas prevenibles. Son el resultado de conductas personales respecto a los hábitos alimenticios y el ejercicio, que se podrían haber modificado para evitar enfermedades cardiacas y cáncer. Al enterarse de este dato, la autora decidió investigar las causas por las cuales el comportamiento, sea individual o colectivo, no se logra cambiar a pesar de los motivos— y esfuerzos— para hacerlo.

En ocho capítulos y en menos de 200 páginas la profesora Milkman recopila conclusiones sobre las dificultades a las que se enfrentan los individuos, las organizaciones y la sociedad en general, que impiden lograr cambios duraderos hacia conductas benéficas. Toma como objeto de investigación situaciones como la abstención al voto, la abstención a la vacunación contra la gripa, y la no inscripción en fondos de retiro. Estas son situaciones que ocurren cuando el individuo tiene el conocimiento y los recursos necesarios para actuar en el interés de su bienestar, pero no lo hace.

Halla sus conclusiones a través de observaciones casuales, estudios universitarios planeados y luego analizados concienzudamente, y trabajos de campo realizados en diversos tipos de organizaciones laborales y sociales.

Milkman dedica un capítulo a cada una de las debilidades que llevan a comportamientos no deseados. Estas son la impulsividad, la procrastinación, el olvido, la pereza, la falta de confianza y la conformidad con los pares.

Sugiere soluciones prácticas para superar cada debilidad y lograr un cambio duradero. Por ejemplo, estructurar una meta acorde con un cronograma realista ayuda a mantener la motivación para alcanzarla. No se pierden 20 kilos a la vez, así que hay que saber reconocer el progreso que se haga semana por semana o mes por mes. El emplear rutinas específicas automatiza los buenos hábitos para que se integren en la vida cotidiana, previniendo así el olvido. Esto se logra con lo que ella denomina señalización: es más probable que uno aumente el consumo personal de agua si se empaca una botella—la señal del hábito en este caso— con el almuerzo. El reforzamiento positivo promueve hábitos al asociar los deberes con premios que le gustan al individuo: “haría ejercicio si supiera que puedo sentarme a ver una serie sin sentimiento de culpa cuando termine”.

Se argumenta entonces que las dificultades no son de carácter moral o personal, sino que se pueden contrarrestar con prácticas proactivas y comunitarias. Los grupos de apoyo que consisten en personas en situaciones similares hacen que los contratiempos en el camino al cambio sean menores. Milkman sugiere tomar una fecha significativa para marcar el comienzo del cambio que se emprende. Un cumpleaños o un año nuevo puede dar un impulso inicial, pero es necesario aplicar de manera consistente las técnicas que ella explica para que los cambios deseados se vuelvan costumbre.

El libro a través de ejemplos prácticos revela los paradigmas sobre el comportamiento de los grupos y los individuos. Su lectura nos provee una visión fresca a nuestra vida profesional y personal, la cual hace que identifiquemos nuestras propias debilidades y utilicemos sus sugerencias para obtener los resultados que deseamos.

Esta lectura se recomienda a quien esté interesado en cambiar para mejorar cualquier aspecto de su vida.

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